4/6/15

Por la otra puerta: la segregación racial y el blues

"Sign On Laundromat, New Orleans 1963" por John Kouns

En los primeros años del siglo XX una joven cantante llamada “Ma” Rainey recorría los pueblos del sur de los Estados Unidos actuando allí donde la dejaran a cambio de unas monedas. En unos de sus viajes escuchó a una mujer que cantaba una historia de desamor que la impresionó de tal manera que acabó incorporando aquella melodía a su repertorio. Aquella joven sería muchos años más tarde conocida como “la madre del blues”, quien dijo una vez: “white folks hear the blues come out, but they don't know how it got there” (“los chicos blancos escuchan el blues publicado, pero no saben cómo se llega a él”). Y no le faltaba razón, porque el nacimiento y desarrollo del blues tuvo mucho que ver con los padecimientos y penurias que sus músicos tuvieron que padecer.

La esclavitud fue abolida en los Estados Unidos en 1865, pero los poderosos latifundistas de los once estados del sur que habían entrado a formar parte del país al término de la Guerra de Secesión no estaban dispuestos a cambiar su modo de vida. Tan sólo un año más tarde se aprobaron las leyes Jim Crow, mediante las que se implantaron una serie de normas que, si bien no mermaban en teoría los derechos de los negros, sí que eran flagrantes en la práctica y legalizaban la segregación entre negros y blancos (“iguales, pero separados” decía el gobierno). De esta forma muchos volvieron a la situación anterior de esclavismo, pero bajo otra forma, así que en la práctica la vida que llevaban muchos de ellos y los sentimientos que albergaban eran casi los mismos que cincuenta años antes.

La población afroamericana se concentraba en las zonas rurales del sur, que era una de las zonas más subdesarrolladas del país, especialmente Mississippi. Allí, las diferencias eran mucho más acentuadas que en los estados del norte y la fuerza del Ku Klux Klan en estados como Tennessee, Indiana, Oklahoma o Virginia fue en aumento durante los años veinte. La vida no era fácil para los negros, que en su mayoría seguían trabajando en las plantaciones (el propio Muddy Waters se crió en una) mientras el resto del país vivía un breve periodo de prosperidad económica.

"Coloured waiting room", de Jack Delano en 1940

La figura del bluesmen campesino y bucólico que estamos acostumbrados a ver tiene mucho que ver con esos paisajes rústicos y en ocasiones desangelados de Mississippi o Louisiana, en los que la figura del vagabundo -granuja pero honesto- deambulaba por esos pequeños pueblos del sureste norteamericano intentando ganar unas monedas tocando en tugurios y ferias. Muchos de los bluesmen más conocidos vivieron de esa forma, como el legendario Robert Johnson, Son House, Lighting Hopkins, Big Bill Broonzy, Blind Blake o el gran Skip James, que fue de los pocos que tenía estudios musicales y que además tocaba el piano.

La década de los años treinta trajo consigo una gran miseria para las poblaciones agrícolas, que vieron su economía casi destrozada, lo que provocó un incipiente movimiento demográfico desde las zonas rurales a otras con mayores posibilidades, siendo ciudades del norte como Detroit o Chicago el destino preferido de muchos afroamericanos. Pero no fue sólo una mayor abundancia de trabajo lo que atrajo a la población negra hacia el norte. En unos Estados Unidos aún dominados por las leyes de Jim Crow, el sur seguía siendo un lugar mucho más violento y cruel para los negros que el norte.

La población afroamericana, que hasta entonces había sido prácticamente rural, comenzó a ser cada vez más urbana. Entre Mississippi y Chicago se produjo un viaje no sólo geográfico sino también cultural, porque todos esos músicos que habían emigrado fueron influenciados por los sonidos que se estaban fraguando en las ciudades y los incorporaron a su bagaje rural. Además, la amplificación de la guitarra y la armónica a finales de los años treinta y la generalización de su uso durante la década siguiente supusieron una gran novedad que abría nuevas posibilidades al blues rural que acababa de llegar a la ciudad.


1954 fue el año que marcó el comienzo de la lucha por los derechos civiles. Varios sucesos coinciden aquel año: la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró que las leyes estatales que establecían escuelas separadas para estudiantes de raza negra y blanca negaban la igualdad de oportunidades educativas. Casi al mismo tiempo debutaba un joven Elvis Presley, quien convirtió en fenómeno de masas una “música de negros” y ejerció sin saberlo como integrador racial. Mientras tanto, a poco más de setecientos kilómetros Muddy Waters grababa Hoochie Coochie Man en los recién estrenados estudios de los hermanos Chess, abriendo así las puertas a algunos de los nombres más importantes del blues y el rock de todos los tiempos: Willie Dixon, Little Walter, Buddy Guy, Howlin’ Wolf, Chuck Berry o Bo Diddley, entre otros.

El blues fue en aquellos primeros años una actitud vital, una forma de afrontar las dificultades de la vida cotidiana y una de las pocas formas de expresión que podían usar quienes vieron pisoteados sus derechos fundamentales durante demasiado tiempo. Y los bluesmen los cronistas de todos aquellos que veían cómo su propio país sólo prometía prosperidad y felicidad a quienes tenían la fortuna de haber nacido con un color de piel más claro.

Si un músico blanco viene y me dice: `Esa música es fantástica, quiero aprender a tocarla’, me siento halagado. Pero si el público le aplaude a él y me ignora a mí, resulta intolerable”. Jerry Butler.


Fuentes: 
  • Blues: la música del Delta del Mississippi. Ted Gioia. Ed Turner. 2008 
  • La gran enciclopedia del blues. Gérard Herzhaft. Ma Non Troppo. 2003 
  • Colección ‘Martin Scorsese presents The Blues’. Varios directores. 2003. 
  • Artículo ‘De una interpretación etnohistórica sobre el devenir del blues‘, de Cenobios. 
  • Camino a la libertad. Historia social del blues. Manuel López Poy. Bad Music Blues. 2009 
  • Racial Segregation in the American South: Jim Crow Laws. Prejudice in the Modern World Reference Library, Vol. 2, 2007. 
  • Documental “La segregación racial en EE.UU.” 
  • Blog La música es mi amante
* Artículo publicado originalmente en el número 1 (enero de 2015) de la revista Nevermind.

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