5/7/13

Reseñas de novedades: sin prisas por favor

En esto de escribir sobre música muchos nos dedicamos mes tras mes a reseñar nuevos lanzamientos y las entrevistas, crónicas de conciertos o artículos monográficos ocupan quizá un segundo plano si hablamos de volumen de trabajo. Es decir, lo primero son las novedades y ahí cada medio y cada redactor tiene sus propias estrategias y planteamientos. Pero lo que podemos apreciar en más ocasiones de las que parece es como muchas de esas reseñas han sido escritas tras apenas unas pocas escuchas -en algunos casos incluso una sola- del disco, lo que me hace preguntarme ¿realmente puedo fiarme como lector de un análisis elaborado tras unas pocas escuchas?

Es comprensible que en una industria como la de la música, que ve publicados cada mes tantos productos que ni siquiera podemos conocer un número aproximado, los profesionales de la prensa especializada puedan encontrarse a menudo abrumados e, incluso, sobrepasados. Si a eso le sumamos las presiones de los medios de comunicación actuales, que siempre buscan ser los primeros en publicar la información, y la vertiginosa velocidad a la que se mueve este mundo no es difícil comprobar que nada de esto combina bien con la necesaria atención y el tiempo que precisa la música (y cualquier forma artística). Sin embargo, debemos parar un momento, reflexionar, y preguntarnos si realmente estamos haciendo bien nuestro trabajo, que no es más que trasladarle al lector un análisis honesto y una valoración argumentada de una obra.

Todos hemos caído alguna vez en la tentación de ser los primeros en publicar una reseña de un disco nuevo, pero si miramos atrás ahora y con un poco de perspectiva seguro notaremos algunas -o muchas- diferencias entre lo que escribimos an aquel momento y lo que escribiríamos ahora, después de haber escuchado el disco muchas más veces. Aunque evidentemente nuestro análisis y valoración puede variar eternamente, debemos tender a buscar el mejor resultado posible. Y para conseguirlo no sería mala idea -al menos para empezar- dejar pasar al menos un mes o dos desde que empezamos a escuchar el álbum hasta que finalmente lo reseñamos. Por ejemplo, podemos seleccionar las novedades correspondientes a un mes concreto y apuntarlas para reseñarlas al mes siguiente, con lo que siempre estaríamos el mes corriente escuchando los discos que nos tocaría reseñar al siguiente. 

De esta forma, no seremos los primeros desde luego, pero sí que conseguiremos un trabajo más honesto que redunde en beneficio del lector primero y en el nuestro más tarde, porque seguramente habremos disfrutado más esos discos -y por ende de este oficio- después de haberlos escuchado atentamente y sin prisas. Por mi parte y aunque intento tomarme mi tiempo habitualmente, voy a empezar por ponerlo en práctica en mis propias reseñas, que a buen seguro en ocasiones no han sido tan acertadas como me hubiera gustado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario